La nervadura central en forma de diente de sierra del neumático aumenta la estabilidad direccional, la capacidad de respuesta de la dirección y la vida útil de la banda de rodadura. La estabilidad direccional del neumático asegura que sea fácil de manejar y que no se deforme debido a la presión de conducción. La mejor estabilidad mejora la capacidad de rendimiento del neumático. La capacidad de respuesta de la dirección del neumático es más rápida y precisa, ya que el nervio central mantiene un contacto constante con la carretera. Como la respuesta del neumático a los comandos del conductor es más rápida, el conductor puede maniobrar el vehículo a través de diferentes condiciones de la carretera con confianza. La buena capacidad de respuesta de la dirección hace que el neumático sea más fácil de manejar.
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